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Aumento de la violencia policial
Según la defensora del pueblo porteña, la Federal continúa procediendo como en tiempos de la dictadura
Hasta 2007 el nivel de violencia policial había mostrado un descenso. Pero todo cambió desde 2008, y en especial durante los últimos meses de 2009, cuando se agravaron las acciones irregulares de la Policía Federal Argentina, con casos de homicidios, apremios ilegales y lesiones graves, entre otros. Esa es la conclusión de la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires, expuesta en un informe en el que analizó 20 casos de intervención policial entre 2008 y 2009.
"Lo importante del informe no es la cantidad, sino la gravedad de los hechos, muchos de los cuales permanecen impunes. Cuesta investigar cuando hay personal policial involucrado", afirmó la defensora del pueblo de la ciudad de Buenos Aires, Alicia Pierini.
Según el estudio, después de 26 años transcurridos "desde el fin de la dictadura militar, la actuación policial pareciera continuar sin adecuarse cabalmente a las reglas de la democracia" y, en muchos casos, reproduce "un esquema de impunidad de épocas pasadas". "La sociedad civil sigue siendo víctima de los abusos policiales y de la impunidad con que estos funcionarios actúan", señala el informe.
Según explicó Pierini, muchas denuncias se hacen en la Defensoría del Pueblo porque las víctimas no confían en la fuerza de seguridad.
Uno de los apartados del informe se tituló "Abusos. Persecuciones. Lesiones". Uno de los casos es el que denunció una mujer identificada como L. G. B. y ocurrió el 4 de febrero de 2008, a las 22.15. La mujer relató que su hijo fue salvajemente golpeado durante un operativo policial en Concordia al 3600, Villa Devoto.
Esa noche, la mujer se acercó hasta allí porque una llamada telefónica le advertía que su hijo "estaba siendo atacado" por la policía. Cuando llegó, advirtió que su hijo se encontraba en el piso, con dos policías sobre su cuerpo. Estaba esposado. Lo trasladaron a la seccional 47a., donde ella no pudo verlo.
Un rato más tarde, su hijo la llamó para decirle que lo estaban golpeando para que firmara un papel. L. G. B. aseguró que a las 2, cuando pudo verlo, su hijo estaba "inflado". Estudios que le hicieron en el hospital Zubizarreta determinaron que no tenía lesiones óseas. Fue liberado a las 9, imputado de atentado y resistencia a la autoridad. En octubre de 2008, los policías fueron sobreseídos.
Estereotipos En el informe de la Defensoría se sostuvo: "Existen estereotipos creados por la policía, como el «olfato policial» o la «actitud sospechosa», que caen siempre sobre determinados sectores vulnerables de la población. Estereotipos que, a pesar del bloque constitucional y legal en vigor, continúan existiendo de hecho en el proceder de la institución".
Otro de los apéndices del informe fue titulado "Abusos, persecuciones, homicidio. Negligencia judicial". El primer caso detallado es el de la investigación por las desapariciones de Jonathan Lezcano, de 17 años, y Ezequiel Blanco, de 25.
El 10 de agosto de 2009, los padres de Lezcano se presentaron en la Defensoría del Pueblo para decir que ambos estaban desaparecidos desde el 8 de julio. Explicaron que los habían buscado por los hospitales y por las comisarías, pero nadie sabía de ellos. La madre de Jonathan dijo que sospechaba de la brigada de la comisaría 52a., porque había recibido intimidaciones de uno de sus integrantes.
Un día después, Pierini y otros funcionarios de la Defensoría se reunieron con el jefe de la Policía Federal, comisario general Néstor Vallecca. Tres días después, según el informe, desde la Fiscalía de Instrucción porteña N° 44 informaron a los padres de Lezcano que el adolescente y el joven estaban muertos. La denuncia en la comisaría 52a. por la desaparición de ambos había sido hecha el 10 de julio de 2009.
Lezcano y Blanco murieron baleados por personal policial. Les habrían disparado a las 15 del 8 de julio de 2009, en el interior de un auto estacionado en el Pasaje Zonda al 1600, en Parque Chacabuco.
La causa en la que se investigan los hechos está caratulada como NN s/robo de automotor y homicidio simple. El 1° de octubre del año pasado, la Justicia sobreseyó al policía que hizo los disparos. La resolución se encuentra apelada. Lezcano había sido enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita. Según el informe de la Defensoría del Pueblo, desde el primer día de los hechos, los cuerpos estaban identificados.
La madre de Lezcano denunció que un policía de la seccional 52a. le dijo: "A tu hijo lo matamos como un perro porque era un delincuente de mierda como vos, negra quilombera de mierda".